Ingredientes:
- 2 ramas de apio con sus hojas
- 1/2 puerros.
- 1/2 nabos.
- 1/2 cabezas de ajo.
- 2 cebollas.
- 2 tomates.
- 4 zanahorias.
- 1 par de ramitas de perejil.
- Hojas de laurel, hierbas aromáticas tipo romero, tomillo…
- Restos/aprovechamiento (peladuras calabaza, hojas verdes de lechuga…).
- Otros ingredientes opcionales: Jengibre y cúrcuma fresca o seca, alga kombu o wakame, y miso.
Preparación:
Para conseguir un buen caldo es importante que en la medida de lo posible utilicemos verduras de calidad, sabéis que soy partidaria de utilizar producto ecológico, lo sé no todos tenéis huerto pero no me cansaré de repetir una y otra vez que intentéis consumir frutas y verduras ecológicas y lo más kilometro cero posible, seguro que hay alternativas para conseguir verduras que sepan a verduras que no vengan de miles de kilómetros de distancia, que estén envueltas en millones de plásticos y que vengan de Marruecos recolectadas antes de tiempo, os puedo asegurar que todo esto afecta y mucho al sabor.
Y ya me estoy yendo por las ramas y desviando de la receta, retomo la receta del caldo.
Primero de todo lava bien las verduras, si no son eco, lava las que tengan piel, una vez bien limpias, meter a trozos en la olla, cúbrelas con suficiente agua y hierbe durante 1 hora a fuego bajito para que poco a poco vayan sacando todo su sabor.
Los restos de aprovechamiento; cuando por ejemplo pelo una calabaza, le quito las puntas, o los corazones de pimiento, las primeras hojas de las lechugas, cuando sé que voy hacer caldo, las suelo guardar para aprovecharlas y las meto también el en caldo, sino se van a las gallinas y tan felices.
En cuanto a los ingredientes opcionales:
Si además quieres hacer un caldo que a parte de ser reconfortante sea antinflamatorio le puedes añadir (cúrcuma y pimienta) la cúrcuma es antinflamatoria y la pimienta mejora su absorción, jengibre que además le dará un toque picante y es super digestivo.
Para conseguir que sea más depurativo le puedes añadir unas ramitas de perejil que junto el apio y el nabo conseguirás que te ayuden en tu proceso natural de depuración.
Las algas: Si te acostumbras añadirle un poco de alga kombu o wakame a tus caldos y legumbres, le darás a tus recetas un buen aporte de minerales, que de cada vez escasean más, es una forma sencilla de introducirlas en tu alimentación.
Palabrita que ya es lo último pero no lo menos importante… el Miso, otro ingrediente poco común en nuestras cocinas aunque de cada vez más va cogiendo más protagonismo y es que no me extraña, le da un toque umami muy rico y aporta probióticos que te ayudan a equilibrar la flora intestinal.
Muy importante: El miso no se debe hervir, ya que perdería todas sus propiedades, si es un caldo que vas a congelar o volver a cocinar, no le pongas el miso en ese momento, hazlo después una vez hervido o vuelto a calentar, ahí es cuando se lo puedes añadir.
Como ves esto más que un caldo es una pócima sanadora, que te sentará siempre de maravilla, antes de las comidas, antes de las cenas o incluso cuando sientas que estas muy inflamado y necesites hacer un poco de depuración, como cena, te ayudará a desinflamar tu cuerpo.
También lo puedes utilizar como base para una sopa con verduras, shitakes, cebolleta, unos fideos de arroz, un poco de pollo, tofu, un huevo hervido o como base para hacer unas legumbres.
Y creo que con esto ya lo tienes todo amiga.
Solo me falta decirte….. Come bonito y sé feliz.
Amén.