Ingredientes:
- 2 cebollas moradas.
- 2 limones.
- Unas bolitas de pimienta.
- Un par de hojas de laurel.
- Vinagre de manzana (mejor sin pasteurizar y sin filtrar).
- Una cucharadita de miel o sirope de agave.
- Una cucharadita de sal.
- Agua.

Preparación:
Calentar el agua hasta que llegue a ebullición y retirar.
Mientras se enfría; cortar la cebolla morada en juliana (a tiras).
Coger el bote de cristal que hayas elegido bien limpio e introducir la cebolla cortada, las hojas de laurel, las bolitas de pimienta, la miel o el sirope, rocía con el zumo de limón dentro, añade una cucharadita de sal y por último cuando el agua ya no esté tan caliente (mejor tibia) introducir hasta tapar por completo la cebolla.
Dejar reposar al menos tres horitas para que se juntes todos los sabores y a disfrutar.
Se puede guardar en la nevera bastante tiempo y utilizar para poner en las ensaladas, en unas tostadas, en unos tacos, encima de un guacamole, una tortilla…
Además, déjame decirte un par de cositas sobre los encurtidos, en concreto sobre la cebolla encurtida… Introducir este tipo de alimentos es darle vidilla a tu cuerpo Macarena porque es un alimento «prebiótico» que alimenta tu microbiota y si además lo juntas con el vinagre de manzana sin pasteurizar y sin filtrar tienen un dos en uno y estarás alimentándote de bacterias vivas.
Aprovecha y cambia tu vinagre «muerto» por uno «vivo», pequeños cambios que marcan la diferencia.
Y hasta aquí por hoy.
Come bonito y sé feliz amiga.