Este verano fuimos a cenar a un restaurante muy guay y a penas nos habíamos sentado ya teníamos sobre la mesa un platito de pipas de calabaza mientras miraba la carta, cogí la primera… ohhh madre! eso no eran solo pipas eran todo unas «tijuana» caseras y mucho mejores señor@s, ¡vaya explosión de sabores! me enamoraron, no podía dejar de comer una tras otra y cuando tengo este sentimiento con un plato, no lo puedo evitar, al día siguiente ya estoy intentando replicar la receta, y sí, ¡lo conseguí!
Solo necesitas:
- Pipas de calabaza ecológicas y si puedes encontrar de estas que son más gorditas y no tan planas mejor, lo sé, no siempre las encuentras, pero yo lo digo.
- Curry
- Pimienta
- Pimentón picante/cayena.
- Sal
- Aove.
Preparación:
Forrar la bandeja de horno con papel, extender las pipas y rociar con aceite de oliva para que se peguen las especias, no se trata de que naden en una piscina de aceite ¿ok?, ser generosos con las especias para que cojan sabor, sino os quedarán sosas.
Meter en el horno a 180° entre 10 y 15 minutos, ir removiendo de vez en cuando para que se hagan por todos lados y no se quemen.
Ideales para comer solas, a puñados, de una en una mirando la siguiente, para poner en un hummus, como tips en ensaladas, en cremas, encima de una tostada de aguacate…. ¿tal vez un bote al lado de la mesita de noche?
Adictivas más no poder.
Aquí un poco de publi gratis; si eres de Mallorca no dejéis de ir a @stagierbar, búscalo en Insta, vale la pena.
Come pipas y serás feliz.
Hasta la próxima receta.